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viernes, 11 de marzo de 2011

Hugo Chávez expresa condolencias y ofrece ayuda a Japón - Internacional - EL UNIVERSAL

Hugo Chávez expresa condolencias y ofrece ayuda a Japón - Internacional - EL UNIVERSAL

El vicepresidente Elias Jaua se comunicó con la legación venezolana en Tokio para confirmar el buen estado de todo el personal en la sede diplomática y solicitar "información permanente acerca de la situación de la comunidad de venezolanos residentes en ese país".
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, trasladó hoy sus condolencias al Gobierno de Japón por los centenares de muertos que han dejado el terremoto de 8,9 grados en la escala Richter y el posterior tsunami en ese país, y ofreció ayuda para las tareas de rescate y reconstrucción.

Chávez, "a nombre de su Gobierno y del pueblo venezolano, hace llegar sus más sentidas palabras de condolencia al pueblo de Japón, en especial a los familiares y allegados de las víctimas del devastador sismo", indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano en un comunicado, informó Efe.

Según la Cancillería, el vicepresidente venezolano, Elías Jaua, se puso en contacto con el embajador de Japón en Venezuela "con el objetivo de presentar las condolencias del Gobierno Bolivariano y poner a la orden los recursos materiales y logísticos que sean necesarios para ayudar en las labores de rescate y reconstrucción".

Además, Jaua se comunicó con la legación venezolana en Tokio para confirmar el buen estado de todo el personal en la sede diplomática y solicitar "información permanente acerca de la situación de la comunidad de venezolanos residentes en ese país".

Más de mil personas pueden haber muerto por el fuerte terremoto que sacudió hoy el este de Japón y que provocó un tsunami que se llevó por delante cientos de viviendas y vehículos, informó la agencia local Kyodo.

El Ministerio de Defensa dijo que cerca de 1.800 viviendas en la provincia oriental de Fukushima han quedado destruidas, por lo que la cifra final de fallecidos puede superar el millar, según Kyodo.

http://www.eluniversal.com/2011/03/11/hugo-chavez-expresa-condolencias-y-ofrece-ayuda-a-japon.shtml

SU OTRO LADO LINA RON

http://www.reporte360.com//detalle.php?id=58453

Tenía tres horas de muerta, con un infarto fulminante, cuando a las 9 de la mañana Ana, su inseparable amiga y mano derecha de la UPV, la encontró tirada en el piso de su casa Triny y Perla le suministraron respiración boca a boca tratando de reanimarla, la llevaron rápidamente a una clínica, en un intento desesperado por negar la fatídica noticia
Se había roto la rodilla en una caída aparatosa. La recuperación fue lenta y dolorosa. Hace seis meses una bacteria le fue carcomiendo la piel de una pierna. Estuvo muy grave, pero se negó a ir a una clínica. Permaneció en su casa sin tener límites entre el día y la noche. Fue sometida a intensos y prolongados antibióticos, hasta que la bacteria cedió. Quedó muy débil. Tomaba varios medicamentos, entre esos uno para recuperar el sueño. No dejaba de fumar y su corazón estalló.
Cuando el teléfono repicó, ese viernes hace unos ocho años, esperé el consabido saludo “buenos días” o incluso sólo el “¿aló?”, pero lo que retronó al otro lado, con una voz imponente y altanera, fue:
-¿Es usted Sebastiana Barráez? -Si, dígame.
-¿Cómo es eso que yo tengo gustos oligárquicos? -¿Y quién es usted?
-Lina Ron -El vuelo privado es un gusto oligárquico.
-Venga a decírmelo en mi cara. -Ahora estoy en la frontera, pero en dos días estoy en Caracas.
-Vaya el lunes a las 2 de la tarde a mi plaza en Santa Capilla –un clip y terminó la llamada.
-Yo también sabía de su terrible fama de violenta. Luego de averiguar con un amigo que en efecto fue ella quien llamó, me dispuse a ir. Vestí con el atuendo necesario para que correr fuera más fácil. Llegué una hora antes al lugar para estudiar la posible huida. Aquella plaza estaba llena de gente tan humilde que casi integraba la pobreza extrema y los excluidos: pedigüeños, recogelatas, drogadictos, enfermos, ancianos. Había una larga cola de gente para anotarse en unos libros. Los atendía un ejército de hombres y mujeres, con alguna prenda que los identificaba con el chavismo. La gente iba en busca de medicinas, empleo, alguna ayuda y ella los remitía a organismos que le paraban a una firma suya. Así fue, hasta que quien dirigía una fundación salió del cargo y ella no tenía cómo responder ante esas solicitudes.
Me limité a observar y a conversar con el sobrino que me acompañó. Recorrimos la plaza. A las dos me presenté en la entrada del pasadizo que hace muchos años comunicaba con el Banco Central. Una de las mujeres me dijo lo ocupada que estaba “la comandante”, a quien vi de lejos dirigiendo una reunión.
Una hora más tarde salió rodeada de no menos de 10 hombres y con tanta rapidez como una liebre en busca de oxígeno. Le cerré el paso.
-¿Lina Ron? -¿Quién es usted?
-Usted me citó. Yo soy la periodista Sebastiana Barráez.
-¡Ah! ¿Es usted? ¿Por qué escribió eso? -Porque es verdad. ¿O usted cree que cualquiera en este país tiene para pagar un vuelo privado?
Me miró retadora, fijamente, por unos segundos que resultaron eternos. Volviéndose a sus hombres les dijo: “Déjenme hablar con ella unos minutos”. Me indicó una mesita de plástico y unas sillas. Me explicó que lo del vuelo fue la diferencia de un funcionario para hacer un trabajo político social. ¿Tú crees que eres socialmente distinta a mí porque mi pelo amarillo es pintado?, me preguntó. Sonriendo le dije que sino trabajo no tengo para comer, que nunca he tenido cargos en el gobierno ni relaciones de poder económicas o políticas, pero que amo el periodismo. La charla duró tres horas y desde entonces nuestra amistad fue entrañable. A veces caíamos en polémicas impresionantes, cargadas de ideologismo puro, de la razón de ser de un gobierno, de la estructura de un partido, de lo hipócrita que es el poder, de la vida, de mis amores o los suyos. Casi siempre esas conversaciones terminaban con ella diciendo: “yo amo a mi comandante Chávez”. Y ante el amor, como ante la religión, no hay discusión.
La última entrevista de su vida la publicamos, hace unas semanas, en Quinto Día http://www.quintodia.com/encartes/722a0Entrevista_Lina_Ron.pdf. “Se te olvidó escribir que yo estoy dispuesta a sufrir todos los dolores de mi pueblo”, me dijo después. Ella tampoco sabía que su corazón estaba tan débil que ya no soportaba ningún dolor.

NO LA QUERÍAN
Era una provocadora. Era la cara fea de la violencia. Y con la oposición fue odiosa hasta la muerte. Despertaba amor u odio. La oposición tenía razón, porque no la conocía. El chavismo, no.
Mientras estaba a unos pasos de su urna fui observando a la gente, que no dejó de pasar, de noche y de día, y a quien sólo por unos segundos les era permitido verla ahí, muerta, con su rostro lívido ya sereno, los labios pintados y su gorra de la UPV.
Los hombres de su comando lloraban con tanta amargura, y mucho más las mujeres. Llegó gente de traje formal, otros con zapatos rotos, algunos tan ancianos, otros tan niños. Una verdadera multitud. Fue un incesante pasar de la gente que la amaba o admiraba; aunque para algunos sólo era curiosidad, otros se quebraron de dolor ante su urna.
“Es un hecho que yo soy Doña Nadie. –me confesó en una entrevista - A mi dentro del gobierno muy poca gente me quiere. Gracias a Dios que en el pueblo tengo mucha aceptación y bastante cariño. Cuando hay que tomarse la foto, yo jamás estoy”.
Asumió sola cerca de mil damnificados por las lluvias de diciembre, en el sector Cristo Rey del 23 de Enero. No le querían reconocer el refugio, y por ello no le enviaban alimentos e insumos. Desde algunas dependencias, como el Ministerio de las Comunas, le ponían miles de obstáculos. “Es por orden de Ericka Farías”, confesó resignada. Ahí se inventaron un informe diciendo que ella se robó unas colchonetas. “Serían para metérmelas por el c…”, me dijo con amargura. Gracias a algunos amigos de poder, entre ellos militares, logró que enviaran algo de ayuda, médicos cubanos y unas carpas. Se metieron sin mucha cortesía en las instalaciones de una iglesia. El aplastante bloqueo era desesperante. Cuando Chávez fue a un refugio más pequeño en El Calvario. Lina mandó a un grupo de las damnificadas para que trataran de hablarle. El Presidente ordenó a Jorge Rodríguez ocuparse y, aunque la relación de Lina con el alcalde estaba rota, ella le dio todas las facilidades y así sacaron a los damnificados para la esquina del Chorro.
Días antes de eso, Lina se sintió muy mal. Pasaba muchas horas en ese refugio sin comer ni dormir. Me dijo, entre risas, que aceptó ver a unos de los médicos cubanos: “ay Linita tienes la tensión muy alta, -le dijo el médico-. Estás mal. Búscate algo para tomar”. Pregunto por qué las risas. “Es que no teníamos nada y ellos tampoco. No había ni una curita ni un alcohol. Sólo le conseguimos un estetoscopio y un tensiómetro”.
INFIDENCIAS
Lina no tenía dinero. No dejó ningún bien inmueble. Ni siquiera un vehículo. Mucho menos cuentas bancarias. Su única hija y su único nieto, pueden dar fe de ello. “Me sabe a m… la plata, que se la cojan otros”, me dijo en una entrevista. Tenía 5 años separada de su marido. En un resumen que el canal 8 hace sobre su vida y muerte, dicen que ella enfrentó a la derecha el 11 de abril. Mentira. Lina tenía días presa en la Disip. VTV fue inclemente con ella, no sólo porque la vetaron, más aún cuando desde La Hojilla fue cortada con saña y en pedacitos, su vida política y personal. Su odiado Globovisión le dio más espacio, aunque ella nunca le dio tregua.
-Pero es que la tienes agarrada con Globovisión –le dije un día. -Ellos la tienen agarrada contra mi comandante.
-¿Y no tienen derecho? -No. No admito que nadie se meta con mi comandante que es el más bueno del mundo.
-¿No ha sido Globovisión golpeada y amenazada por el gobierno? Por lo menos déjalos que se quejen. -Ha sido contra los dueños que responden a sectores económicos que conspiran.
-¡Por Dios, Lina! ¿Cuando le tiras una lacrimógena a la sede quien crees que se traga ese humo? Los empleados, los periodistas. -Pero ellos se prestan para hacerle el juego contra el gobierno.
-No seas injusta. Los periodistas son el lado más vulnerable. Empujones e insultos, y no les permiten cubrir las pautas. -Yo creo que mi comandante en jefe ha sido muy benévolo con Globovisión.
-¿No ha sido Globovisión quien te ha dado espacio y te ha permitido réplicas cuando el canal 8 te cerró las puertas? -Eso es verdad. Pero Globovisión es enemigo de la revolución y yo no puedo dar tregua a nadie que ataque a mi comandante.
Quienes la acusan de violenta no saben cómo Lina controlaba a verdaderos grupos e individualidades violentos. Cómo venció acciones realmente terroristas. Es censurable que ella lanzara bombas lacrimógenas, hiciera pintas y pegara gritos contra medios de comunicación. Pero me consta que se opuso a operaciones de muerte y atentados.
Sobre ella se tejen historias falsas, como las de El Nacional al decir que murió en su casa de La Florida, cuando su apartamentico está diagonal al ministerio de Educación en el centro de Caracas. El Universal dijo que fue la mujer de servicio, -que ella no tenía- quien la encontró. Algunas páginas y periodistas insinuaron que estaba drogada o se había suicidado. Ella no consumía drogas y amaba tanto la vida como a su revolución. “A mi nieto, pobrecito, lo mandaron a disfrazar de turpial”, me comentó en vísperas de su muerte. Le dije que a una de mis princesas de diente. “¿De diente? Jajaja pero eso es más grave que turpial”.
LA OTRA LINA
Es que yo creo que habían dos. La que era irracional al no dar tregua alguna a otro tipo de pensamiento que no fuera la incondicionalidad con Chávez. La que gritaba e insultaba. Y la que tenía una inagotable fuente de amor y comprensión. La que reía y cantaba incesantemente.
Las mismas manos que empuñaban un arma o una bomba lacrimógena, hacían bellezas con la tela, los encajes y las agujas de tejer. Amaba a los desvalidos y a los niños con tal fuerza como odiaba a la derecha y a lo que llamaba oligarquía.
Le dolía hasta lo indecible que sus amigos la traicionaran. “Le reclamé a Alejandra Hurtado una foto en La Razón donde aparezco con Baduel y Torres Ciliberto. Hablan de un trío en desgracia”.
Un día llegué al edificio donde tenía su apartamento. Ella, con algunos de sus hombres y mujeres, había empezado a bañar a un hombre alcohólico que apenas si podía sostenerse en pie. El indigente estaba muy sucio, con un olor putrefacto, con el vómito cayendo de su boca, con su ropa ensangrentada porque según entendimos se había caído o alguien lo había golpeado. Lina lo bañó con una manguera y con la devoción de una madre por su hijo. Ordenó que le buscaran alguna ropa limpia. Y poco después ella entró a la casa para regresar, ante los ojos asombrados y de reproche de su entonces marido, con una colonia de hombre. Observé en silencio cómo a aquel indigente, al menos por un rato, lo vistieron de dignidad.
SU COMANDANTE
Aprendió a respetar, luego de muchas discusiones, que yo tratara al Presidente sólo de “Chávez”. O que me refiriera con respeto a María Corina Machado, a quien llamaba “esa mujer”.
Cuando fue a parar a la DIM, aguantó la cárcel como un trago amargo. Pero la cárcel no la golpeó con la fuerza de una daga, como las palabras de Chávez diciendo que ella le hacía daño a la revolución. Hubo un grito sordo de indignación en grupos que la seguían y la respetaban, más allá de la UPV. Ella ordenó que ni una palabra saliera contra su comandante. “Sé que oye más a otros que a mi, quizás por mi estilo, pero yo soy así y no sé ser de otra manera”.
No la metían en listas oficiales. No la invitaban a acto alguno, pero se aparecía. Un día llegó a un evento con Chávez en el CNE. El soldado de la puerta empezó a buscar su nombre. “A mi no me meten en esas listas”. El soldadito miró a su superior, que sonrió resignado, mientras Lina pasaba frente a el guiñándole el ojo. Ocupó una silla, pero Protocolo quiso echarla diciéndole que ya estaban marcadas. Ella quitó la etiqueta de la silla que ocupaba y se la colocó a otra. Ese día Chávez le hizo una deferencia pública.
Cuando las elecciones para la reforma constitucional la sacaron de la capital, mandándola para el Zulia. “Allí cumplí mi trabajo hasta que me botaron en componenda con los diputados que conspiraban”. Luego el edecán Hermes, hermano del entonces ministro Pedro Carreño, no le permitió entrar a Miraflores. Le indignaba profundamente la corrupción y los boliburgueses a quienes llamaba chulos y a quienes combatió al interior del chavismo. “Estamos dispuestos a morir con las botas puestas” –me dijo en una entrevista. -¿No te da temor? -Temor da. Ni que fuese de hierro, lo que pasa es que hace rato me di cuenta que la muerte es un hecho intrínseco a la vida.
Por  Sebastiana Barráez / En Twitter @Sebastianab
MT / REPORTE 360

jueves, 3 de marzo de 2011

Varela: No podemos ser indiferentes ante lo que está pasando en Libia

Jueves, 03 de Marzo de 2011 10:19



Sobre el pronunciamiento de la CIDH con la inhabilitación política del exalcalde del municipio Chacao, la diputada Varela lo calificó como un nuevo caso de intervencionismo y consideró que debe revisarse la organización y funcionamiento de esa Corte, porque sus decisiones están parcializadas contra el Gobierno de Venezuela

Prensa AN
La diputada Iris Varela (Psuv/Táchira), vicepresidenta de la Comisión de Política Interior, aseveró que “No es posible que nosotros seamos indiferentes ante el peligro de una guerra. No podemos ser indiferentes ante lo que está pasando en Libia, rechazamos el intervencionismo. En muy buena hora sale el presidente Chávez a plantear esa Comisión de Paz”, sostuvo durante su participación en el programa Despertó Venezuela” que transmite VTV.


Destacó que si existe una confrontación ideológica en el mundo desde siempre que, hasta ahora, el imperio capitalista es quien ha dominado y, por ende, lo ha destruido también y ese es el drama que viven las naciones hoy. “solo que ellos promueven la guerra y nosotros la paz”.


Asimismo, alegó que el partido apoya la propuesta de conformar una Comisión de Buena Volunta, que realizó el presidente Chávez, que esté integrada por varios países, para buscar solución a la crisis que afecta al pueblo libio y a su gobierno, argumentando que esa es la solución pacífica para evitar el intervencionismo de las potencias capitalistas que pugnan por ponerle las manos a las riquezas energéticas del país norafricano.


Sobre la relación EEUU-Al Qaeda, donde el imperio trata de validar las acciones de ese grupo irregular en armas para desestabilizar el Medio Oriente con el apoyo de las empresas mediáticas, Varela expresó que el pueblo venezolano debe estar alerta sobre el tratamiento mediático que le han ofrecido las grandes empresas transnacionales de comunicación a las manifestaciones en Libia, debido a que su función, en muchos casos, es tergiversar la realidad de acuerdo con sus intereses.


Resaltó que ese maridaje es muy extraño, porque ayer Estadosunidos protegía a una caterva de dictadores anclados en la zona por más de tres décadas y hoy esté aupando su derrocamiento y ofreciendo soporte de todo tipo a los opositores.


Varela alegó que los representantes de distintos países en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se pronunciaron y condenaron a las autoridades libias sin verificar in situ los acontecimientos que transmiten, tendenciosamente, las empresas  transnacionales de noticias y basados en los análisis pagados de sus comentaristas.


Dijo que la situación en la zona norte de África es muy similar a lo que pasaba en América Latina, donde Estadosunidos montaba y quitaba dictadores y los maquillaba con caritas de demócratas, para saquearle los recursos y que ello, después del 27 de febrero 1989 y el 4 de febrero de 1992 que sirvieron de marco referencial al resto de los países latinoamericanos,  permitió librarse de las cadenas del imperio.

Caso Leopoldo López

En torno de las diligencias y el pronunciamiento de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) sobre la inhabilitación política del exalcalde del municipio Chacao, Leopoldo López, la diputada Varela la calificó como un nuevo caso de intervencionismo, alegando que debe ser revisada la organización y funcionamiento de esa corte, porque sus decisiones son parcializadas contra el Gobierno de Venezuela.


Varela indicó que lo que pasa con el político Leopoldo López es que cometió delitos de corrupción y contra los Derechos Humanos en la Constitución Nacional y la Ley de la Contraloría, y por esa razón la CIDH no puede pronunciarse en favor de “un ciudadano que violentó leyes establecidas en la Carta Magna”. E interrogó: “¿Es que en el mundo se van a poner de acuerdo también para proteger a delincuentes y para proteger a ladrones de cuello blanco que han caído en corrupción? Lo que quiere el sistema interamericano es proteger delincuentes”, aseveró.

La Guerra inevitable de la OTAN


3.MAR.2011 / 10:13 AM /



Reflexiones de Fidel
A diferencia de lo que ocurre en Egipto y Túnez, Libia ocupa el primer lugar en el Índice de Desarrollo Humano de África y tiene la más alta esperanza de vida del Continente. La educación y la salud reciben especial atención del Estado. El nivel cultural de su población es sin dudas más alto. Sus problemas son de otro carácter. La población no carecía de alimentos y servicios sociales indispensables. El país requería abundante fuerza de trabajo extranjera para llevar a cabo ambiciosos planes de producción y desarrollo social.
Por ello suministraba empleo a cientos de miles de trabajadores egipcios, tunecinos, chinos y de otras nacionalidades. Disponía de enormes ingresos y reservas en divisas convertibles depositadas en los bancos de los países ricos, con las cuales adquirían bienes de consumo e incluso, armas sofisticadas que precisamente le suministraban los mismos países que hoy quieren invadirla en nombre de los derechos humanos.
La colosal campaña de mentiras, desatada por los medios masivos de información, dio lugar a una gran confusión en la opinión pública mundial. Pasará tiempo antes de que pueda reconstruirse lo que realmente ha ocurrido en Libia, y separar los hechos reales de los falsos que se han divulgado.
Emisoras serias y prestigiosas, como Telesur, se veían obligadas a enviar reporteros y camarógrafos a las actividades de un grupo y a las del lado opuesto, para informar lo que realmente ocurría.
Las comunicaciones estaban bloqueadas, los funcionarios diplomáticos honestos se jugaban la vida recorriendo barrios y observando actividades, de día o de noche, para informar lo que estaba ocurriendo. El imperio y sus principales aliados emplearon los medios más sofisticados para divulgar informaciones deformadas sobre los acontecimientos, entre las cuales había que inferir los rasgos de la verdad.
Sin duda alguna, los rostros de los jóvenes que protestaban en Bengasi, hombres, y mujeres con velo o sin velo, expresaban indignación real.
Se puede apreciar la influencia que todavía ejerce el componente tribal en ese país árabe, a pesar de la fe musulmana que comparte sinceramente el 95% de su población.
El imperialismo y la OTAN ─seriamente preocupados por la ola revolucionaria desatada en el mundo árabe, donde se genera gran parte del petróleo que sostiene la economía de consumo de los países desarrollados y ricos─ no podían dejar de aprovechar el conflicto interno surgido en Libia para promover la intervención militar. Las declaraciones formuladas por la administración de Estados Unidos desde el primer instante fueron categóricas en ese sentido.
Las circunstancias no podían ser más propicias. En las elecciones de noviembre la derecha republicana propinó un golpe contundente al Presidente Obama, experto en retórica.
El grupo fascista de “misión cumplida”, apoyado ahora ideológicamente por los extremistas del Tea Party, redujo las posibilidades del actual Presidente a un papel meramente decorativo, en el que peligraba incluso su programa de salud y la dudosa recuperación de la economía, a causa del déficit presupuestario y el incontrolable crecimiento de la deuda pública, que batían ya todos los records históricos.
Pese al diluvio de mentiras y la confusión creada, Estados Unidos no pudo arrastrar a China y la Federación Rusa a la aprobación por el Consejo de Seguridad de una intervención militar en Libia, aunque logró en cambio obtener, en el Consejo de Derechos Humanos, la aprobación de los objetivos que buscaba en ese momento. Con relación a una intervención militar, la Secretaria de Estado declaró con palabras que no admiten la menor duda: “ninguna opción está descartada”.
El hecho real es que Libia está ya envuelta en una guerra civil, como habíamos previsto, y nada pudo hacer Naciones Unidas para evitarlo, excepto que su propio Secretario General regara una buena dosis de combustible en el fuego.
El problema que tal vez no imaginaban los actores es que los propios líderes de la rebelión irrumpieran en el complicado tema declarando que rechazaban toda intervención militar extranjera.
Diversas agencias de noticias informaron que Abdelhafiz Ghoga, portavoz del Comité de la Revolución declaró el lunes 28 que “‘El resto de Libia será liberado por el pueblo libio’”.
“Contamos con el ejército para liberar Trípoli’ aseguró Ghoga durante el anuncio de la formación de un ‘Consejo Nacional’ para representar a las ciudades del país en manos de la insurrección.”
“‘Lo que queremos es informaciones de inteligencia, pero en ningún caso que se afecte nuestra soberanía aérea, terrestre o marítima’, agregó, durante un encuentro con periodistas en esta ciudad situada 1.000 km al este de Trípoli.”
“La intransigencia de los responsables de la oposición sobre la soberanía nacional reflejaba la opinión manifestada en forma espontánea por muchos ciudadanos libios a la prensa internacional en Bengasi”, informó un despacho de la agencia AFP el pasado lunes.
Ese mismo día, una profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Bengasi, Abeir Imneina, declaró:
“Hay un sentimiento nacional muy fuerte en Libia.”
“‘Además, el ejemplo de Irak da miedo al conjunto del mundo árabe’, subraya, en referencia a la invasión norteamericana de 2003 que debía llevar la democracia a ese país y luego, por contagio, al conjunto de la región, una hipótesis totalmente desmentida por los hechos.”
Prosigue la profesora:
“‘Sabemos lo que pasó en Irak, es que se encuentra en plena inestabilidad, y verdaderamente no deseamos seguir el mismo camino. No queremos que los norteamericanos vengan para tener que terminar lamentando a Gadafi’, continuó esta experta.”
“Pero según Abeir Imneina, ‘también existe el sentimiento de que es nuestra revolución, y que nos corresponde a nosotros hacerla’.”
A las pocas horas de publicarse este despacho, dos de los principales órganos de prensa de Estados Unidos, The New York Times y The Washington Post, se apresuraron en ofrecer nuevas versiones sobre el tema, de lo cual informa la agencia DPA al día siguiente 1º de marzo: “La oposición libia podría solicitar que Occidente bombardee desde el aire posiciones estratégicas de las fuerzas fieles al presidente Muamar al Gadafi, informa hoy la prensa estadounidense.”
“El tema está siendo discutido dentro del Consejo Revolucionario libio, precisan ‘The New York Times’ y ‘The Washington Post’ en sus versiones online.”
“‘The New York Times’ acota que estas discusiones ponen de manifiesto la creciente frustración de los líderes rebeldes ante la posibilidad de que Gadafi retome el poder”.
“En el caso de que las acciones aéreas se realicen en el marco de las Naciones Unidas, éstas no implicarían intervención internacional, explicó el portavoz del consejo, citado por ‘The New York Times’.”
“El consejo está conformado por abogados, académicos, jueces y prominentes miembros de la sociedad Libia.”
Afirma el despacho:
“‘The Washington Post’ citó a rebeldes reconociendo que, sin el apoyo de Occidente, los combates con las fuerzas leales a Gadafi podrían durar mucho y costar gran cantidad de vidas humanas.”
Llama la atención que en esa relación no se mencione un solo obrero, campesino, constructor, alguien relacionado con la producción material o a un joven estudiante o combatiente de los que aparecen en las manifestaciones. ¿Por qué el empeño en presentar a los rebeldes como miembros prominentes de la sociedad reclamando bombardeos de Estados Unidos y la OTAN para matar libios?
Algún día se conocerá la verdad, a través de personas como la profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Bengasi, que con tanta elocuencia narra la terrible experiencia que mató, destruyó los hogares, dejó sin empleo o hizo emigrar a millones de personas en Iraq.
Hoy miércoles dos de marzo, la Agencia EFE presenta al conocido vocero rebelde haciendo declaraciones que, a mi juicio, afirman y a la vez contradicen las del lunes: “Bengasi (Libia), 2 de marzo. La dirección rebelde libia pidió hoy al Consejo de Seguridad de la ONU que lance un ataque aéreo ‘contra los mercenarios’ del régimen de Muamar el Gadafi.”
“‘Nuestro Ejército no puede lanzar ataques contra los mercenarios, por su papel defensivo’, afirmó el portavoz rebelde Abdelhafiz Ghoga en una conferencia de prensa en Bengasi.”
“‘Es diferente un ataque aéreo estratégico que una intervención extranjera, que rechazamos’, recalcó el portavoz de las fuerzas de oposición, que en todo momento se han mostrado en contra de una intervención militar extranjera en el conflicto libio”.
¿A cuál de las muchas guerras imperialistas se parecería esta?
¿La de España en 1936, la de Mussolini contra Etiopía en 1935, la de George W. Bush contra Iraq en el año 2003 o a cualquiera de las decenas de guerras promovidas por Estados Unidos contra los pueblos de América, desde la invasión de México en 1846, hasta la de Las Malvinas en 1982?
Sin excluir, desde luego, la invasión mercenaria de Girón, la guerra sucia y el bloqueo a nuestra Patria a lo largo de 50 años, que se cumplirán el próximo 16 de abril.
En todas esas guerras, como la de Vietnam que costó millones de vidas, imperaron las justificaciones y las medidas más cínicas.
Para los que alberguen alguna duda, sobre la inevitable intervención militar que se producirá en Libia, la agencia de noticias AP, a la que considero bien informada, encabezó un cable publicado hoy, en el que se afirma: “Los países de la Organización del Tratado del Atlántico (OTAN) elaboran un plan de contingencia tomando como modelo las zonas de exclusión de vuelos establecidas sobre los Balcanes en la década de 1990, en caso de que la comunidad internacional decida imponer un embargo aéreo sobre Libia, dijeron diplomáticos”.
Más adelante concluye: “Los funcionarios, que no podían dar sus nombres debido a lo delicado del asunto, indicaron que las opciones que se observan tienen punto de partida en la zona de exclusión de vuelos que impuso la alianza militar occidental sobre Bosnia en 1993 que contó con el mandato del Consejo de Seguridad, y en los bombardeos de la OTAN por Kosovo en 1999, QUE NO LO TUVO”.
Prosigue mañana.
Fidel Castro Ruz
Marzo 2 de 2011
8 y 19 p.m.